• Basílica de la Mercè

Basílica de la Mercè

El edificio de la actual Basílica de la Mercè es de estilo barroco, es obra del arquitecto Joan Mas Dordal, que se inspiró en los modelos contrarreformistas de la época. Consta de una nave única que se desdobla a lo ancho en los laterales, situando entre los contrafuertes una serie de capillas. Coronan la nave cuatro tramos de bóvedas y una cúpula. La cúpula fue construida en 1888 por Joan Martorell tras la coronación canónica de la Virgen de la Merced, co-patrona de Barcelona. El altar mayor fue proyectado por el arquitecto valenciano Vicente Marro. En su fachada podemos encontrar ornamentaciones del escultor Carles Grau entre unas enormes pilastras corintias rematadas por un tímpano.

La obra se inició en 1765 y tardó diez años en completarse. Pero la historia de esta basílica empieza mucho antes. En 1218, la supuesta aparición de la Virgen precipitó la creación de la Orden de la Mercè, que tuvo originalmente en la misma ubicación un templo de estilo gótico. La iglesia medieval sería derribada y el 25 de abril de 1765 se puso la primera piedra de la actual. En el año 1775 se trasladó la imagen de la Virgen de la Mercè desde la Catedral hasta su nuevo hogar. La bendición del templo tuvo lugar el 9 de septiembre del mismo año.

En 1870 se ampliaría el edificio del Ayuntamiento, situado en la plaza de Sant Jaume, lo que obligó a derribar la antigua iglesia de Sant Miquel. La fachada de estilo gótico-flamígero del siglo XV se conservó y se trasladó piedra a piedra hasta el lateral de la actual basílica de la Mercè, en la esquina de la calle Ample. A partir de entonces la iglesia se llamó parroquia de Sant Miquel i la Mare de Déu de la Mercè.

En 1936, con motivo de la Guerra Civil, la basílica quedó gravemente dañada, por lo que los elementos decorativos fueron rehechos a partir de 1939, incluyendo una nueva imagen de la Virgen. En el interior, no obstante, aún se conserva una imagen de la Virgen atribuida a Pere Moragues de mediados del siglo XIV.

Un entorno que invita a la contemplación y disfrute de la mejor música con una programación de conciertos interpretados por diferentes formaciones. Aparte de los específicos con el órgano de la basílica como protagonista, un instrumento de 12 toneladas de peso y 3.000 tubos.

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