El mirador más espectacular es sin duda el que propone la torre de telecomunicaciones del arquitecto inglés Norman Foster, a 560 metros de altura. Desde allí se puede contemplar la ciudad extendida a nuestros pies y también la llanura del Vallès hacia el otro lado. En medio se extiende un corredor natural protegido que desde 1987 constituye el Parque metropolitano de Collserola. Se trata de un espacio natural de especial riqueza, a menudo desconocido, que se puede atravesar a pie o en bicicleta por la bonita carretera de les Aigües (de las Aguas).
Ya en Vallvidrera se puede visitar la Casa-Museu Verdaguer, la antigua Vil·la Joana, donde el escritor catalán pasó las últimas semanas de su vida y que constituye tan sólo un ejemplo de la rica historia de Collserola.