Al fondo del jardín crecen tres árboles especialmente grandes: un fresno americano (Fraxinus pennsylvanica), un fresno de hoja estrecha (Fraxinus angustifolia) y un nogal alado de Rehder (Pterocarya x rehderiana) que rivalizan en ser el árbol con más altura de Barcelona. Dada la dificultad de medir unos árboles tan altos en un hoyo que dificulta su visión completa, hace unos años se utilizó una cinta métrica atada a globos de helio, y entre dos personas, una al pie del árbol y otra en el exterior del jardín, 30 metros más arriba, se determinó la magnitud de estos gigantes que miden respectivamente 32, 29 y 26 metros.
Al otro lado del jardín encontramos otro árbol digno de contemplar, que al crecer con total libertad ha podido formar una copa enorme. Es un alcanforero, de la familia de las lauráceas, como el laurel, y como este sus hojas desprenden un particular aroma cuando las rozamos.