La Rambla

Exactamente 1.200 metros de calle por donde pasa casi obligatoriamente todo aquél que visita Barcelona. La Rambla nació con el inicio de la modernidad, cuando en 1766 se trazó un paseo a lo largo de la muralla medieval que transcurría por esta parte de Barcelona desde el siglo XIII. Y los barceloneses lo hicieron suyo enseguida. En Barcelona, ciudad de calles estrechas y tortuosas, la Rambla constituía el único espacio apto para ver y ser visto y para recreo de todos los ciudadanos. Y realmente, al tratarse de un paseo céntrico, se daban cita allí todas las clases.

Poco a poco, los locales de ocio y cultura encontraron su lugar en La Rambla. A medida que desaparecían los conventos, en su lugar se instalaban floristas y quioscos. Hoy en día a nuestro paso nos recibirán edificios tan destacados como el Gran Teatre del Liceu, (la ópera barcelonesa), el Palau de la Virreina o el gran mercado de la Boquería. El torrente humano de artistas callejeros, turistas y ciudadanos que aún pasean por allí constituye un emocionante viaje por el microcosmos de esta Barcelona contemporánea.

Cuando la Rambla llega al mar, encontramos el Mirador de Colom, una oportunidad magnífica de admirar desde el aire esta arteria única de peatones.

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