Barrios,calles y plazas
Poco a poco, los locales de ocio y cultura encontraron su lugar en La Rambla. A medida que desaparecían los conventos, en su lugar se instalaban floristas y quioscos. Hoy en día a nuestro paso nos recibirán edificios tan destacados como el
Gran Teatre del Liceu, (la ópera barcelonesa), el
Palau de la Virreina o el gran
mercado de la Boquería. El torrente humano de artistas callejeros, turistas y ciudadanos que aún pasean por allí constituye un emocionante viaje por el microcosmos de esta Barcelona contemporánea.
Centro político desde los inicios de la historia de la ciudad, la plaza Sant Jaume es también un pulmón abierto al corazón del
Barrio Gótico. Aquí se levantan los edificios más importantes para la vida barcelonesa y catalana: la Casa de la Ciudad o Ayuntamiento y el Palacio de la Generalitat.
Romántica y con un toque decadente, la plaza Sant Felip Neri es un rincón imprescindible en el paseo por el
Barrio Gótico. Presidida por la iglesia barroca que la bautiza, la plaza dispone de algunos elementos históricos que la hacen especialmente atractiva, sobre todo cuando se percibe el silencio.
Flanqueado por el antiguo mercado del Born y por la iglesia de Santa María del Mar, el paseo del Born aún mantiene reminiscencias medievales que se respiran entre las terrazas de los bares de moda. Una calle encantadora que ha sabido adaptarse a las exigencias de los nuevos tiempos sin dar la espalda a su pasado.
El conjunto monumental de la Plaça del Rei de Barcelona es, probablemente, el rincón gótico que mejor ejemplifica el pasado medieval de la ciudad. El Palau Reial Major y las dependencias que lo rodearon cierran una plaza armónica y tranquila donde parece que todavía ser respira el pasado glorioso de Barcelona en la Edad Media.