Patrimonio de la Humanidad
El Palau de la Música Catalana, el llamado "edificio más modernista del mundo" curiosamente no es obra de Gaudí, sino de su coetáneo
Lluís Domènech i Montaner (Barcelona, 1850-1923). Esta sala de conciertos de Barcelona, declarada
Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO, es un monumento artístico de una belleza excepcional y, al mismo tiempo, un escenario musical de gran prestigio.
El Palau Güell, obra de juventud de Antoni Gaudí, une la suntuosidad de regusto medieval con la extravagancia única del arquitecto. El edificio se acabó de construir en 1890 y fue la residencia privada del mecenas de Gaudí, el Conde Güell. El Palau Güell ha sido declarado
Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO.
La Basílica de la Sagrada Família es la obra más conocida de Antoni Gaudí y se ha convertido en símbolo indiscutible de Barcelona. Único en el mundo, está en proceso de construcción desde 1882.
El color y la fantasía de la Casa Batlló cautiva a los peatones del paseo de Gràcia. En pleno corazón de esta elegante calle y en continua disputa con las vecinas casas Amatller y Lleó Morera, esta obra manifiesta el esplendor de un arquitecto que trabajó aquí con total libertad creativa, Antoni Gaudí.
El Recinto Modernista de Sant Pau, construido entre 1905 y 1930, fue ideado por
Lluís Domènech i Montaner como una ciudad-jardín para los enfermos. Después de servir durante un siglo como hospital público, sus pabellones rehabilitados lucen hoy en todo su esplendor. Visitar este conjunto arquitectónico tan excepcional es una experiencia única.